“1, 2, 3...“ EN CLERMONT-FERRAND (III): Interés por el corto

A las 13:00 horas estaba programado un cocktail previo a la proyección que CATALAN FILMS había organizado para los cortos catalanes seleccionados, proyección que tendría lugar a las 14:00. Hasta entonces, nos dedicamos a pasear por el Mercado, presentarnos en los stands de diferentes festivales, hablar con diferentes distribuidores (nacionales e internacionales) intentando convencerles de que se dejasen caer a la hora de la proyección, repartiendo DVD’s del corto a todo lo que se movía y mirando caretos a diestro y siniestro. Se acercaba la hora del cocktail, así que zanjamos la última conversación con los simpáticos compañeros del stand italiano con un Visca el Barça! y nos dirigimos hacia la sala Georges Conchon.

A la hora del cocktail, nos presentamos puntuales e intentamos acabar de realizar algunos contactos previos al pase con los allí presentes. Así, contactamos con la enviada de una televisión muy interesada en ver (y según y como comprar para emitir) nuestro corto, cosa que subió de gran manera nuestros ánimos. Tras la proyección se nos acercó el enviado de una importante agencia de distribución española, también con interés sobre nuestro corto. Igual que en el caso anterior, sólo se trató de una primera aproximación, pero consolidó nuestra alegría.

Por la tarde nos dedicamos a la busca y captura del festival, en un intento por inscribirnos en cuantos más festivales mejor ahorrándonos faenón y coste del envío por correo. También nos dio tiempo a conocer a Chema García Ibarra, director de “El ataque de los robots de nebulosa-5”, corto que está arrasando allá por donde va y que acaba de obtener una mención honorífica nada más y nada menos que en Sundance, ahí es nada. Poco pudimos hablar con él y con Leonor, la productora, pero nos dio la sensación que se merecen el éxito que están obteniendo. Muy majetes. Clickad sobre la imagen para ver su corto.

Y ya con un dolor de cabeza del quince, y agobiados de mirar tantos caretos y no encontrar a quien buscábamos, nos dirigimos hacia los “pigeonholes” para dejar DVD’s y tarjetas a todos aquellos caretos ilocalizables. Con la sensación del deber bien hecho, nos fuimos para el hotel a descansar.

Dos analgilasas y un rato tirao en la cama después, mi cabeza ya no quería estallar, y mi estómago reclamaba atenciones varias, así que nos plantamos en el centro para cenar alguna cosilla. Y de postre, un alegrón: Toni Benages (nuestro compañero de viaje), nos invitó a ver el BARÇA-MALLORCA de Copa del Rey en su hotel, imposible de ver en nuestro apreciado Marmotel, en cuyo único canal de deportes daban algo así como petanca sobre moqueta. Muy aburrido, pero perfecto para coger el sueño tras un día agotador.